jueves, 17 de enero de 2008

CAPÍTULO 5 - Otros comienzan a manejar los hilos...

Comentario del autor:
Un lector se comunicó conmigo y me propuso denunciar a través de la historieta algunas cosas que estaban pasando en la zona protegida de Paso Córdoba. Básicamente se trataba de algunos "atentados" contra el medio ambiente, de privados y de la gente común. Este es el capítulo que armé referido a ese aporte, pero luego el tema quedó trunco... por lo menos hasta el momento en que escribo este comentario ya que el lector no acercó más datos ni se volvió a comunicar. Deberé ver más adelante cómo vuelvo al tema de la construcción de la bodega del padre de Leandra. Tengo una idea pero no quiero adelantar nada al respecto. Ya sabemos, por lo que dice el Pescador, que el bodeguero no es buena persona, y su hija Leandra tampoco: Fingió un accidente para sacarlos del camino hacia la Subida de las vacas... ¿Qué se trae entre manos? Ya lo veremos.

En este capítulo "pasan" dos cosas que sacuden un poco la posible modorra del lector:

1- Aparecen las manos del General con sangre en color. Y ese rojo es el único color que ha aparecido en la historieta desde que comenzó. ¿Por qué?

2- El Pescador vuela en su bici. ¿Cómo es posible? Unos capítulos atrás me había negado a introducir la fantasía de la existencia de un Lobizón, y sin embargo ahora pongo al Pescador a volar en su bicicleta. Es cierto. Sucumbí a la tentación de lo imposible. Pero me pareció una linda imagen. Y un desafío: ¿cómo lo hago "creíble"? ¿cómo lo "explico" en términos de verosimilitud (no de verdad)?
Un lector no se aguantó y me criticó esta decisión de hacer volar al Pescador. Dijo que la historia venía demasiado seria y real como para tener un giro así.
Puede ser, pero yo tampoco me aguanté y le contesté al lector en el próximo capítulo...

el Chelo Candia

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