sábado, 12 de marzo de 2011

Capítulo 35: Descansar del mundo - FINAL

Comentario del autor:
Bueno. Este es el mejor final que se me ocurrió. O mejor dicho, el final al que la historia fue arribando. La ciudad en donde aconteció todo es, por supuesto, General Roca, en la provincia de Río Negro (norpatagonia argentina, para más datos). Lugar al que los pueblos originarios llaman Fisque Menuco ( fishcug menuco). La manzana es la referencia a esta ciudad, capital nacional de la producción de ese fruto. Y cuna de la Fiesta Nacional.
Parte de este final lo había adelantado en el comentario del capítulo 33: Sólo el olvido mata. O sea, olvidaron la ciudad, olvidaron al general. Ha muerto el tirano. "Matar al tirano" es la idea. Con el olvido. Pero... ¿hay que olvidar?
Tanto quise reforzar la idea del olvido y de la anulación del general, que el camarógrafo paga al taxista con un billete de 100 pesos con la cara de Juana Azurduy.
Hay un proyecto en este sentido, proponiendo el cambio de la figura del billete, que en su versión oficial, muestra (y con esa acción, alaba y enaltece) a Julio Argentino Roca. Aquí más datos.

Arriba, les dejo una ilustración que hice hace algún tiempo de la tenienta coronela Juana Azurduy y que el colectivo de mujeres Las Juanas transformaron en stickers y repartieron por todo el país. Abajo el sticker, pegado por vaya a saber quién, en el nucleo 36, 2º piso, frente al tanque, de las 500 viv. de Fisque Menuco-Roca (Foto de Paola Aciar).


Dos cositas más: En la viñeta seis, Dana es Angelina Jolie. Para que no queden dudas que el rostro de Dana se ha inspirado en esa cara. Un gusto que me di como historietista, de "dirigir" a esta bella actriz, je.
Y la última viñeta muestra también una foto del bus en que se va Dana y el camarógrafo, junto a varios autos atascados en la ruta. Esa imagen refiere a un asunto coyuntural: cuando sale a la calle la revista en donde se publicó este último capítulo, piquetes de obreros de la fruta cortaban la ruta reclamando aumentos salariales y otros beneficios laborales.

Sólo resta agradecer a todos los que siguieron esta historia.

Buen año